Con manejo estratégico es posible remediar ambientes salinos
(ROSARIO),- Convencidos de que la clave del éxito está en el manejo del flujo del agua y el rol de los cultivos de cobertura, un equipo de especialistas del INTA y Aapresid trabajan en la Chacra América, con resultados promisorios. Este proyecto integra 9 experiencias del noroeste de Buenos Aires, sudeste de Córdoba y noreste de La Pampa que tienen en común los suelos salinos y anegables como una problemática central a resolver. Un adelanto de la 30.° edición del Congreso Aapresid .
En la Argentina, hay más de 20 millones de hectáreas que presentan ambientes con presencia de sales en el perfil. Entre las regiones más afectadas se encuentran los bajos Submeridionales y sur de Santa Fe, la pampa deprimida y oeste de Buenos Aires, y el centro sur de Córdoba, zonas en las que hay una gran proporción de suelos hidro-halomórficos –afectados por sales y sodio–.
Frente a este panorama, surge un interrogante: ¿Es posible mejorar la productividad en ambientes salinos anegables y hay estrategias que permitan mejorar su estructura funcional? Convencidos de que la remediación es lenta, pero posible, un equipo de especialistas del INTA y Aapresid trabajan en la Chacra América. Un proyecto compuesto por 9 experiencias productivas del Oeste Medanoso –noroeste de Buenos Aires, sudeste de Córdoba y noreste de La Pampa– que tienen en común los suelos salinos y anegables como una problemática central a resolver.
Para Julián Isasti –responsable técnico del proyecto Chacra América–, existe la posibilidad de mejorar la productividad en algunos ambientes salinos anegables, pero destacó la vital importancia de realizar, primero, un reconocimiento de cada ambiente. Y reconoció: “No todos los suelos salinos y anegables son iguales, así como las posibilidades de remediación”.
Por su parte, Horacio Videla Mensegue–especialista en conservación de suelos del INTA Laboulaye, Córdoba– coincidió con Isasti y remarcó: “Lo primero que hay que determinar es el nivel de riesgo de sufrir anegamientos, su frecuencia, permanencia y época, para en función de eso, estimar la posibilidad o no de recuperación que tiene cada tipo de suelo y la aproximación de uso de cultivos anuales o perennes”.
(FUENTE: INTA INFORMA)