Qué significa contar con la primera cepa vacunal contra la Leucosis bovina
(AGRICULTURA),- Un equipo de investigación del INTA –dependiente de la Secretaría de Agricultura de la Nación– desarrolló una cepa atenuada del virus que afecta principalmente al ganado lechero. Se trata de un hito histórico que busca generar inmunidad y protección contra esta enfermedad endémica. Es la primera vez que, en el país, se desregula un virus modificado para uso directo y que se logra la liberación comercial. Es un avance científico que brindará sostenibilidad a la producción ganadera, en línea con los objetivos de Una Salud.
La Leucosis bovina (LBE) es una enfermedad silenciosa, que afecta fundamentalmente al ganado lechero en la Argentina, países de América Latina y el Caribe, de América del Norte, Europa Oriental y de Asia. Puede provocar una reducción en la capacidad reproductiva del rodeo, así como una pérdida de la capacidad productiva y hasta un 10 % de mortandad de los animales. Por esto, desde hace más de 10 años, un equipo de investigadores del INTA –integrado por especialistas del Instituto de Virología y de la Estación Experimental Agropecuaria Rafaela, Santa Fe– junto con especialistas de la Universidad de Liege –Bélgica– trabajan en el diseño de estrategias para reducir la prevalencia de la enfermedad.
Luego de la evaluación y aprobación de la Comisión Nacional Asesora en Biotecnología Agropecuaria (Conabia), de la Dirección de Mercados –de la Secretaría de Agricultura de la Nación– y de la Coordinación General de la Dirección de Estrategia y Análisis de Riesgo del Senasa, presentaron la primera cepa vacunal contra la Leucosis bovina, una enfermedad viral endémica que ocasiona una inmunosupresión en el animal y que puede derivar en infecciones secundarias con mayores costos. Hasta el momento, no existía ningún sistema de prevención o tratamiento. El anuncio fue publicado el viernes 16 de septiembre en el Boletín Oficial.
“Se trata de un hito histórico para nuestro equipo de trabajo y para el INTA, porque no hay en el mundo un producto como este para esta enfermedad”, expresó Karina Trono, directora del Instituto de Virología del INTA y líder del equipo de trabajo, quien explicó que “pudimos modificar genéticamente el virus de la Leucosis bovina que, entre otras cosas, significa que le ‘redujimos el poder de contagio y el poder de provocar tumores’”.
El trabajo de Trono y su equipo se enfocó en obtener un producto que posea la capacidad de interrumpir el ciclo de transmisión, en convivencia con la infección de campo. De acuerdo con los resultados de la investigación a campo –desarrollada en el INTA Rafaela–, la cepa BLV DX 6073 mostró ser más benigna que el virus presente en la naturaleza.
“La cepa atenuada infecta al hospedador virgen en forma persistente compitiendo contra la cepa circulante, protegiéndolo”, indicó Trono y aclaró que “la cepa fue desarrollada por modificación genética de la cepa natural circulante, es un virus genéticamente modificado al que se le ha escindido un fragmento no estructural”.
En términos científicos, la cepa BLV DX 6073 contiene el genoma viral completo, no hay genes agregados ni modificación de los marcos de lectura. El genoma de la cepa atenuada contiene las regiones genéticas regulatorias denominadas LTR en ambos extremos sin modificar, además de todos los elementos que codifican para sus genes estructurales y que regulan e intervienen en la integración celular, la replicación y expresión de los genes virales.
“Para construir la cepa atenuada, el genoma completo del Virus de la Leucosis bovina (BLV) fue amplificado de un caso natural y clonado en un vector comercial. Utilizamos técnicas de ADN recombinante clásicas para eliminar las regiones que provocan la infección generando una nueva construcción denominada BLV DX 6073”, detalló Trono.
Más del 80 % de los tambos de la Argentina –y de los países productores de leche de América, Europa Oriental y de Asia– están infectados con el virus de la Leucosis bovina. “Por esto era imperioso contar con un producto que, de a poco, facilite el descenso de la prevalencia y permita progresar hacia la erradicación de la enfermedad”, agregó Trono.
Este desarrollo tecnológico le permitirá a la Argentina ofrecer en el mercado un producto con más garantías de inocuidad. “El provirus no fue detectable en ninguna de las muestras de musculo y órganos para consumo provenientes de vacas infectadas con la cepa vacunal, mientras que sí fue detectado en las muestras procedentes de la infección natural”, aseguró Trono y agregó que “se observó una reducción drástica de provirus en leche, en comparación con la cepa natural de campo, así como el primero no fue detectado en el calostro”.
Si bien la cepa BLV DX 6073 aún no forma parte de un producto comercial, su uso potencial es como principio activo en un sistema de profilaxis sanitario contra la Leucosis bovina.
(FUENTE: INTA INFORMA)