La ONU advierte que las redes sociales son una puerta de acceso a las drogas
Para los expertos, las plataformas digitales ofrecen nuevas oportunidades de comprar sustancias ilegales y fomentan las conductas negativas.
Las redes sociales son la principal fuente de información, comunicación y entretenimiento para los jóvenes, pero también representan una puerta cada vez más frecuente para acceder al consumo de drogas, alertó hoy la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) -órgano cuasi judicial formado por 13 miembros, cuyo objetivo es velar por el cumplimiento de los tratados internacionales sobre drogas- lamentó que “las plataformas digitales ofrezcan nuevas oportunidades de comprar sustancias y den glamour a conductas negativas”.
Promoción de conductas negativas
“Las redes sociales, además de promover conductas negativas en relación con el consumo de drogas al ofrecer una imagen atractiva de ellas, dan a los consumidores la oportunidad de comprar cannabis, analgésicos sujetos a prescripción y otras sustancias en muchas plataformas”, advirtió la presidenta de la Junta, Jagjit Pavadia.
El informe destacó que esta situación afecta especialmente a personas jóvenes, los principales usuarios de esas plataformas y que, además, representan un grupo de edad con un alto índice de consumo de estupefacientes.
El septiembre de 2021, la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) ya había advertido sobre el uso que se hace de las redes sociales y de mensajería para vender drogas muy peligrosas como el fentanilo, un opiáceo sintético 50 veces más potente que la heroína.
“Se vende en medios sociales como Snapchat, Instagram y en sitios de e-commerce en la web oscura”, aseguró entonces la directora de la DEA, Anne Milgram, que recordó que esas aplicaciones pueden descargarse en cualquier smartphone.
En tanto, la JIFE pide a los gobiernos que asuman un papel más activo para regular estas plataformas y demanda también al sector privado que se implique y restrinja cualquier promoción del consumo de drogas. “La relación entre la exposición a las redes sociales y el consumo de drogas debería ser una señal de alerta para que los Estados asuman un papel más activo en su regulación”, indicó el informe.
Por su parte, la presidenta de la JIFE agregó: “Es imprescindible hacer frente a esa situación, no solo en interés de los usuarios actuales, sino también en el de las generaciones venideras, que utilizarán esas plataformas en su vida cotidiana”. Para ella, en las redes sociales se promueven “conductas negativas”, como “la idealización del consumo de drogas”.
El dinero de las drogas
Otro de los asuntos que aborda el informe es el impacto negativo de los flujos financieros ilegales procedentes de las drogas y que van desde la corrupción y el soborno hasta el aumento de la delincuencia organizada, la violencia, la pobreza y la desigualdad.
“El tráfico de drogas es un negocio muy lucrativo para los grupos de la delincuencia organizada, y estos dependen de los flujos financieros ilícitos”, denunció la presidenta de la JIFE.
Este dinero también socava el Estado de derecho, impide luchar de forma eficaz contra la pobreza y genera más inestabilidad y violencia, según el análisis de la ONU, que además agrega: “Este dinero negro perjudica especialmente a los países en vías de desarrollo, restando recursos cruciales para financiar políticas públicas contra la pobreza y la desigualdad”.
Según precisaron, en África por ejemplo, se pierden 88.600 millones de dólares, aproximadamente el 3,7% del producto interior bruto del continente, por esos flujos de dinero ilícito. Además, en el informe se cita un estudio de 2011 que cifra en 1,6 billones de dólares la cantidad de dinero blanqueada en el mundo, lo que equivalía al 2,7% del PIB mundial de 2009.
La JIFE pidió reducir al mínimo las ganancias del narcotráfico y, para ello, solicitó “más transparencia financiera a escala internacional, endurecer la legislación contra el blanqueo y mejorar la cooperación internacional”. El objetivo es “reducir al mínimo las ganancias que los traficantes de drogas obtienen de esos flujos financieros ilícitos”.
En esa línea, el reporte resaltó la preocupación por toda una serie de nuevos instrumentos financieros opacos que dificultan rastrear el origen del dinero ilícito. Las criptomonedas y los nuevos sistemas de pago con dispositivos móviles facilitan y agilizan transferencias internacionales anónimas que pueden ser utilizadas para ocultar el origen ilegal de los fondos.
Uso de las redes sociales y consumo de drogas
Otro estudio relacionó el uso de las redes sociales con el consumo de drogas y afirmó que los jóvenes que pasan más horas conectados tienden a fumar cigarrillos cinco veces más, consumir el doble de marihuana y beber alcohol el triple. La encuesta fue realizada por la Universidad de Columbia con menores norteamericanos, de 13 a 17 años.
El informe citó principalmente a Facebook y Myspace, y extendió las conclusiones al resto de plataformas sociales de Internet. En las conclusiones afirma que ver fotos donde otros adolescentes consumen drogas puede incitar a repetir esta conducta. Lo más preocupante, según la encuesta, es que la mitad de ellos son menores de 13 años.
El estudio concluyó que la exposición a este tipo de imágenes incita al consumo de estas sustancias. “La relación entre las imágenes de jóvenes bebiendo o consumiendo drogas en las redes sociales y la sugestión del adolescente, aumenta el riesgo de que los jóvenes sucumban ante las ofertas de droga y, lamentablemente, confirma que una imagen vale más que mil palabras”, dijo Joseph A. Califano, el fundador del Centro Nacional de Adicciones y Abuso de Sustancias de la Universidad de Colombia.
Fuente: TN