SAN JOSÉ, MODELO DE LOS EDUCADORES
Reflexión para el Día del Maestro y del Profesor
Queridos hermanos docentes:
San José, el humilde carpintero, desposado con María, el hombre justo, asumió la paternidad humana de Jesús.
También hoy asume cuidarnos y guiarnos como Iglesia y llevando al frente la Educación de Jesús, se propone como modelo para todos los Educadores.
De tantas virtudes y actitudes plenas de fecundidad espiritual de San José, yo quiero que meditemos a la luz de las enseñanzas del Papa Francisco, en dos temas que pueden ayudarnos en nuestra vocación: LA VALENTÍA CREATIVA Y LOS SUEÑOS DE SAN JOSÉ.
LA VALENTÍA CREATIVA
Surge específicamente en medio de las dificultades.
Cuando nos encontramos frente a un problema podemos bajar los brazos, deprimirnos, renunciar… o podemos imaginarnos una salida. Ahí es justo cuando pueden salir a la luz recursos maravillosos que ni siquiera pensábamos que teníamos: esa es la valentía creativa.
Ante el peligro inminente de Herodes, que quería matar al Niño, José fue alertado en sueños para protegerlo, y en medio de la noche, CON VALENTÍA CREATIVA, organizó la huida a Egipto.
Nos da la impresión que el mundo se sostiene en el poder de los fuertes, pero la Buena Noticia del Evangelio, consiste en mostrar cómo, a pesar de la arrogancia y la violencia de muchos poderes terrenales, Dios siempre encuentra un camino para cumplir su Plan de Salvación.
San José se propone como un modelo de los Educadores en esta valentía creativa.
Como docentes, nos vemos muchas veces atormentados y perseguidos por nuevos Herodes, sobre todo en ideologías tan fuertes que parece que estarían dominando la sociedad por encima de la Obra de Dios. De hecho, sabemos que se llaman ideologías porque son ideas impuestas y
todo lo que se impone es violento, denigra, anula, arrastra.
Pero nosotros somos Docentes de Fe, el miedo no puede dominarnos, tiene que aparecer nuestra VALENTÍA CREATIVA. Ninguna dificultad, por más grande que sea, puede detener la Audacia de hacer presente el Evangelio. Hay muchas maneras. Ahí está la CREATIVIDAD de cada
uno y de cada comunidad educativa.
Afrontar situaciones nuevas en la tarea de Educar no necesita opiniones negativas ni mucho menos corazones de puertas cerradas, nuestra tarea necesita CREATIVIDAD. Una valentía creativa que solo nace del amor.
Porque el Amor es siempre creativo.
¿Estamos poniendo nuestra creatividad al servicio de la Educación?
¿Cómo reaccionamos frente a las ideologías actuales?
Invoquemos al Espíritu Santo para que ilumine nuestra creatividad y nos haga valientes como San José.
Como San José cuidó y abrazó a Jesús protegiéndolo de la violencia de Herodes, nosotros también tenemos muchos niños y jóvenes que cuidar y guiar.
LOS SUEÑOS DE SAN JOSÉ
Llama la atención que toda la Obra de Dios en la decisión de San José fue revelándose en sueños.
Mientras José dormía, en sueños el Ángel le hablaba y mostraba el camino.
Una gran parte de la vida es fruto de los sueños más hermosos. Los sueños son como el aliento de la esperanza que nos anima a emprender la vida.
Los docentes también tenemos muchos sueños. Les propongo que soñemos juntos una escuela mejor, soñemos un Pacto Educativo Global, para que los saberes de las ciencias humanas y el compromiso con los valores morales y cristianos lleguen a todos, sin exclusión. Soñemos juntos un trabajo digno y estable para todo el personal de la Educación.
Soñemos una comunidad más unida, donde podamos mirarnos con sinceridad y respeto, superando juntos las dificultades y sanando nuestras heridas del alma.
Soñemos compañeros que prestan el oído para escucharnos y el corazón para amarnos.
La Obra de Dios comienza con nuestros sueños y su cumplimiento se hace realidad si somos dóciles a su Santa Voluntad.
¡Tenemos que levantarnos presurosos como San José y Dios hará maravillas!
Les deseo felices sueños educativos para que con Valentía Creativa puedan hacer de la Escuela una casa de comunión fraterna.
San José nos cuida con amor de Padre.
Mi bendición, en el día de los Educadores.
Padre José Luis González.
DE LAS MEDITACIONES DE LA CARTA APOSTÓLICA “PATRIS
CORDE” – PAPA FRANCISCO.