Padres en alerta por los frutos del paraíso: están al alcance de los chicos y son venenosos
Su nombre técnico es Melia azedarach. La toxicidad está en la pulpa, la cáscara y la semilla, aclaran los expertos.
Es un árbol originario del sur de Asia (India y China) y es cultivado en todo el mundo. En la provincia de Buenos Aires, se lo cultiva en jardines, plazas y parques, también como parte del arbolado de las calles gracias a su floración y aroma. Incluso, es excelente para dar sombra.
Es muy rústico, de rápido crecimiento y fácil obtención, debido a sus semillas fértiles y además a que emiten retoños radiculares en abundancia. Resiste los fríos y se adapta a cualquier tipo de suelos.
Los alcaloides que contiene este árbol lo hacen útil para uso medicinal y como insecticida, sin embargo, los frutos son venenosos para el ser humano.
“Los frutos del paraíso (Melia azedarach) son más tóxicos cuando están verdes, pero maduros y caídos tienen mejor sabor, lo que aumenta las posibilidades de ingestión”, explica a Con Bienestar Héctor Berzel (M.N. 83.577), médico toxicólogo del Hospital Gutiérrez. La toxicidad de los frutos está en la pulpa, la cáscara y la semilla. La corteza, flores y hojas demostraron ser tóxicas, pero menos que los frutos.
En algunos países cristianos, se lo conoce como el Árbol de los rosarios o Árbol Santo, ya que sus semillas se utilizan para confeccionar las cuentas de los rosarios. El follaje se forma temprano en agosto cayendo para mayo-junio, la floración ocurre por lo general para la mitad de octubre finalizando a fines de noviembre.
“Los frutos contienen la neurotoxina tetranortriterpeno, su consumo en altas concentraciones puede provocar vómitos, diarrea, dolores abdominales, taquicardia, convulsiones, hasta la muerte por paro cardíaco. El grado de intoxicación depende en gran parte de la dosis y el tiempo de exposición a esa sustancia”, remarca el especialista. Como caen profusamente al suelo, los frutosn pueden quedar al alcance de los chicos.
La toxicidad de Melia azedarach puede variar debido a factores ambientales como área geográfica, clima, condiciones de crecimiento y en algunos ejemplares puede estar totalmente ausente.
“Si bien las intoxicaciones no son muy frecuentes, si el paciente tuvo una ingesta aguda puede hacerse un lavaje gástrico dentro de las dos primeras horas. Es una decisión que debe tomar el especialista toxicólogo. Además se puede dar un carbón activado y una hora después, un purgante salino”, recomienda el experto. Se necesitan también análisis clínicos e hidratación.
Otras características
Los frutos son venenosos y narcóticos, por lo que el consumo en el ganado también puede provocar la muerte, si es que se ingiere en gran cantidad.
En cambio, ciertas aves resisten la ingestión. De hecho, constituyen una parte esencial de la dieta de la Catita, una cotorra argentina. En lo que respecta a las propiedades medicinales de este árbol, sirve como repelente de mosquitos y polillas por su contenido elevado en alcaloides.
Fuente: TN.