Antes de extinguirse, el dragón de Komodo dejó mestizos en Australia
Según un estudio científico, el animal, antes de desaparecer, se hibridó con una especie de lagarto diferente.
La inusual historia de reproducción del lagarto vivo más grande de la Tierra, el dragón de Komodo, ha quedado al descubierto en un nuevo estudio de la Universidad Nacional de Australia.
El dragón de Komodo es conocido por su tamaño y habilidades de caza, alcanza hasta tres metros de largo y se alimenta de búfalos, ciervos e incluso de algún humano ocasional. Pero eso no es todo lo que lo distingue.
El nuevo estudio muestra que, a pesar de tener su hogar en Indonesia, el dragón de Komodo probablemente se originó en Australia, como predijeron los hallazgos fósiles anteriores. Mientras estuvo allí se reprodujo con una especie diferente de lagarto, un antepasado del monitor de arena, un tipo de goanna.
El autor principal del estudio, Carlos Pavón Vázquez, dijo que es la primera evidencia clara de este tipo de mestizaje, conocido como hibridación, que ocurre en los lagartos monitores silvestres.
“Este estudio demuestra que la hibridación puede tener un efecto duradero. En este caso, sucedió hace millones de años, pero las señales todavía están en los monitores de arena. Tienen más en común con el dragón de Komodo de lo que cabría esperar”, dijo en un comunicado Pavón Vázquez.
“Los monitores de arena solo se encuentran en Australia y el sur de Nueva Guinea, mientras que el dragón de Komodo solo se encuentra en un puñado de islas en Indonesia. Para que se hayan cruzado, deben haber vivido juntos algún tiempo en el pasado.
“Nuestros datos apoyan la teoría de que los dragones de Komodo se originaron en Australia y luego cruzaron a Indonesia antes de extinguirse en Australia”, explica.
Pavón Vázquez dijo que, junto con la evidencia fósil anterior de Queensland, cambia lo que sabemos sobre la biología de los dragones de Komodo.
“Anteriormente se suponía que el dragón de Komodo era un buen ejemplo de lo que los biólogos llaman la regla de la isla, con animales más pequeños que crecen en un entorno insular. Pero nuestros hallazgos ofrecen pruebas más sólidas de que el dragón de Komodo ya era enorme cuando se originó en Australia” dijo.
“También mostramos cómo usar diferentes tipos de datos para detectar la hibridación. Esto es crucial porque cuando tuvo lugar hace millones de años puede ser difícil de detectar. Ahora podemos saberlo observando la morfología y los genes del animal”.
Pavón Vázquez dijo que cuanto más sepamos sobre la biología del dragón de Komodo, mejor podremos protegerlo de futuras amenazas, tanto humanas como ambientales.