Antes de liberar al acusado de violar a la joven venezolana, la jueza Karina Zucconi sobreseyó cinco veces a un acusado de femicidio
Karina Zucconi desoyó los testimonios e indicios que apuntaban a Francisco Amador por el asesinato a puñaladas de su ex, Marianela Rago Zapata.
La jueza Karina Zucconi, quien liberó al acusado de drogar y violar a una chica venezolana durante una entrevista laboral en Balvanera, ya había estado en el ojo de la tormenta por sus repudiables fallos. A cargo del juzgado nacional en lo Criminal y Correccional N° 15, la magistrada había sobreseído cinco veces a Francisco Amador por el femicidio de Marianela Rago Zapata, la estudiante asesinada mientras llegaba a su departamento de Balvanera en 2010.
Amador era su exnovio y de acuerdo con la declaración de los testigos ya había sido responsable de actos violentos con la víctima que desencadenaron la separación. Con el correr de la causa, en un allanamiento en la casa del sospechoso, hallaron un pantalón y una remera recién habían sido lavadas. No obstante, entre las prendas detectaron una pequeña mancha de sangre en un bolsillo que no se pudo peritar. También, encontraron en la vivienda dos cuchillos compatibles con las heridas que tenía Marianela.
Pese a los testimonios y de todos los indicios que lo señalaban a Amador, la jueza Zucconi en ese momento se basó en la data de muerte, en las pericias de una pisada y una huella dactilar en una lata de gaseosa que, comparadas con las del acusado, arrojaron resultado negativo. De este modo lo sobreseyó cada vez que volvían a juzgarlo.
Inclusive cuando una nueva junta médica determinó una data de muerte diferente y el historial violento de Amador, apenas lo imputó de homicidio simple. El caso aún no llegó a juicio oral.
Como posible móvil, la Sala VI indicó que el propio Amador “reconoció que antes de romper su relación amorosa tenían discusiones fuertes, sobre todo en el último mes” y que en su último encuentro con la víctima -tres días antes del crimen-, Marianela “le contó que salía con otra persona”.