Sucedió cuando se acercó a ellos para darles de comer. La mujer sufrió graves desgarros en su masa muscular. Fue trasladada de inmediato a un centro de salud, pero no resistió.
Una mujer de 55 años murió este sábado tras ser atacada por sus dos perros en la localidad de Pilar, en la provincia de Córdoba. Los animales la agredieron cuando se acercó a ellos para alimentarlos. Sufrió graves heridas, por lo que tuvo que ser trasladada de urgencia a un centro de salud municipal, pero no lograron salvarla.
La víctima, identificada como María Elba Abrego, era docente en el colegio Juan Bautista Bustos de esa localidad de Río Segundo, a poco más de 50 kilómetros al sur de la capital provincial. Por lo que la noticia causó una gran conmoción entre sus alumnos y en la comunidad educativa en general, según informó el diario local La Voz.
Una vecina, que fue la que llamó a la Policía, le contó a los medios locales que la mujer “se desangraba” mientras “pedía ayuda a los gritos” en el patio de la vivienda. En tanto, su papá, que vivía con ella, procuraba con desesperación ahuyentar los perros, a la vez que imploraba auxilio.
Al llegar a la casa, los efectivos encontraron a la víctima ensangrentada, con heridas en sus brazos y piernas. Según se informó, había sufrido severos desgarros en su masa muscular. Rápidamente fue trasladada al centro de salud municipal, pero su estado era grave y murió.
Pasado el mediodía, personal de la Policía Ambiental retiró los perros del domicilio. Según le confirmaron testimonios de allegados a Abrego a El Doce, la mujer había manifestado temor por estos animales.
Conmocionados por la noticia, desde el municipio en el que vivía la víctima publicaron un mensaje en las redes sociales para despedirla: “Con motivo del fallecimiento de la docente María Elba Abrego, la Municipalidad de Pilar envía sus condolencias a la familia y a toda la Comunidad Educativa Juan Bautista Bustos. Era una persona con profunda vocación de servicio en la educación de los niños”, describieron.
En los comentarios en la publicación se hizo sentir también el afecto que le tenían sus alumnos. “Mis hijos tuvieron la suerte de tenerla como maestra. Su simpatía nos hacía reír muchísimo, el amor que les brindaba a esos niños era inigualable”, resaltó una mujer. Mientras que otra la describió como “una gran maestra y cariñosa con los niños”.
Un vecino de Abrego también dejó su mensaje, y afirmó: “Esta noticia nos lleno de dolor a toda la cuadra y el barrio. Excelente persona y vecina de siempre”.